Históricamente, Chile fue un país cuya economía estuvo basada en las industrias pesquera, metalúrgica y de bienes, como el papel. No obstante, eso cambió ocho años después.

El gobierno chileno (el Ministerio de Economía y la Corporación de Fomento de la Producción de Chile) lanzó Start-Up Chile (SUP), un acelerador público de start-ups (empresas emergentes, en español) para atraer talento extranjero, emprendedores de alto potencial y nuevas compañías de innovación.

Asimismo, Start-Up Chile se fundó para incrementar el perfil internacional de negocios de Chile. Desde su creación, el programa promocionó más de 1.000 empresas emergentes de más de 85 países. El continuo objetivo de SUP es asegurar que Chile permanezca como un polo mundial para las compañías tecnológicas.

Impacto en el mundo

Start-Up Chile fue el primer programa de este tipo en el mundo, rechazando la creación de programas similares en alrededor de 50 países. Su éxito e influencia inspiró a otros países para acoger a las empresas emergentes de la misma manera. Chile recibe a todos los emprendedores, lo cual no sucedió en las start-ups originales en los Estados Unidos.

Start-up Chile se estructura de forma diferente a la mayoría de otros programas públicos de aceleración. Si bien está ligado al gobierno, el programa opera como una entidad separada y ello lo protege de las políticas y los cambios gubernamentales. Start-Up Chile ofrece beneficios tales como la financiación libre de capital, establecimiento fácil, acceso a espacios de trabajo compartidos y visas de trabajo de un año de duración. A cambio, se solicita a los emprendedores que se involucren en actividades de impacto social y tutorías. SUP inventó un sistema de puntuación llamado Agenda de Retorno del Valor para medir el impacto social que cada emprendedor genera al interactuar con la comunidad local en Chile. Algunos proyectos incluyen la organización de ponencias, talleres, tutorías y eventos relacionados con el emprendimiento y la innovación. El programa puede cambiar la cultura chilena a través de la demostración de que emprendedores de todo el mundo llegan a Chile a construir sus negocios y, al mismo tiempo, influenciar a los ciudadanos con una cultura emprendedora más rica. La mentalidad alrededor de SUP alienta a los negocios a construir su presencia en Chile y a pensar más allá del país, hacia la región y el resto del mundo. Esta diversidad y perspectiva abierta aumentó la presencia de Chile en el extranjero.

Resultados del SUP

En agosto de 2017, una encuesta reveló que más de 1.600 empresas emergentes utilizaron el programa y mostraron una tasa de supervivencia de alrededor del 80 %, con ventas que alcanzaron los USD 691 millones a nivel global y USD 140 millones en Chile.

Si bien SUP brinda las herramientas necesarias para emprendedores, las compañías individuales tuvieron mucho éxito. Una de cada tres empresas emergentes pudo obtener financiación y muchas otras también duplicaron su cartera de clientes con un promedio de 500 nuevos clientes o usuarios de los productos de las empresas emergentes.

Los programas como Start-Up Chile son el futuro para apoyar el lanzamiento de productos y servicios en el mercado. Las grandes corporaciones se asocian con las empresas emergentes para trabajar en conjunto y solucionar los puntos difíciles. Dado que las corporaciones no cuentan con el tiempo para mantenerse actualizadas respecto de las tendencias en constante cambio y el escenario tecnológico, pueden recurrir a los emprendedores, quienes las comprenden bien. La combinación de la cuota del mercado de las grandes corporaciones con las soluciones innovadoras y la flexibilidad de las empresas emergentes generará más oportunidades para ambos grupos.

Cumplir con las obligaciones

Las empresas emergentes necesitan enfocarse en el desarrollo de sus negocios y estrategias, lo cual puede hacer a un lado otros aspectos, como las regulaciones y requisitos legales, corporativos y tributarios. Si la compañía emergente crece para venderse o volverse pública, deberá asegurar que estuvo en cumplimiento con dichas obligaciones desde el inicio.

TMF Chile cuenta con más de 30 años de experiencia en asistir a clientes locales e internacionales en todos los aspectos relacionados con el inicio y mantenimiento de un negocio. Somos expertos en acompañar a las empresas emergentes desde su creación a través de todas las etapas de desarrollo, asegurándoles los más altos estándares de calidad y ayudándoles con su cumplimiento corporativo, laboral y tributario. Si está considerando establecer su empresa emergente en Chile, podemos ayudarlo. Contáctenos.

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