Un 59% votó en contra de la medida que permitía a los cantones reducir el impuesto a las firmas. El gobierno deberá idear un nuevo plan para alinearse con los estándares globales.

Una dura derrota sufrió ayer el gobierno suizo después que los ciudadanos rechazaran contundentemente una reforma tributaria que buscaba alinear al país con los estándares internacionales y que era respaldada por los empresarios.

Un 59,1% de la población votó en contra de la iniciativa que fijaba la eliminación de las exenciones tributarias para las multinacionales, que emplean a 150 mil personas y contribuyen la mitad de los impuestos corporativos federales. Para que la nación se mantuviera competitiva, el proyecto también permitía que los cantones -las regiones suizas- recortaran sus tasas corporativas e incluía otros beneficios para las empresas, como rebaja de gravámenes sobre la investigación y desarrollo y sobre las patentes creadas ahí.

A los votantes les preocupaba que estas ventajas pusieran presión sobre las finanzas públicas.

"Tuvimos éxito en mostrarles a los ciudadanos los efectos negativos que esta reforma habría tenido. Calculamos que habría generado una carga tributaria adicional de 1.000 francos (US$ 997) por hogar y recortes a los servicios públicos, como las escuelas", comentó a Bloomberg Vania Alleva, presidenta del sindicato Unia.

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