Emine Constantin analiza los desafíos que la tecnología digital ha creado para el sistema tributario global y analiza cómo diferentes países están abordando esto a través de los impuestos a los servicios digitales.

El mundo está cambiando y somos testigos de esto todos los días: la forma en que hacemos negocios hoy en día está muy lejos de todo lo que podríamos haber imaginado incluso hace 10 años. Realizar la mayoría de las actividades en línea, comunicarnos con los clientes en línea, celebrar reuniones en línea, todo esto podría haber parecido imposible hace una o dos décadas. Pero aquí estamos hoy, presenciando el auge de la tecnología digital, donde no hay necesidad de presencia física para hacer negocios en una jurisdicción en particular.

El auge de la tecnología digital también ha creado uno de los mayores desafíos del mundo del cumplimiento global: la necesidad de reconsiderar qué es el “nexo”. En resumen, el auge de la tecnología digital ha visto la "muerte" del nexo "físico" y ha creado un debate considerable sobre qué es el nexo "virtual" y cómo debe definirse.

Otro desafío importante para el cumplimiento global es el aumento de activos intangibles que pueden trasladarse fácilmente de una jurisdicción a otra, en la búsqueda de tasas impositivas más bajas. En la economía tradicional, trasladar las instalaciones de fabricación de un lugar a otro habría tenido un costo significativo y el beneficio de las tasas impositivas más bajas se habría reducido considerablemente. Hoy en día, los derechos de propiedad intelectual, las patentes, se pueden mover fácilmente y el costo de hacerlo es marginal.

Impuesto a los servicios digitales (DST, por sus siglas en inglés): antecedentes y desafíos

En este dinámico entorno económico digital, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha calculado que al cambiar la forma en que se grava la economía digital (Pilar 1 y Pilar 2), los impuestos aumentarán en $100 mil millones, lo que representa 4% de los ingresos corrientes del impuesto sobre la renta de las empresas. El debate sobre la imposición de impuestos a la economía digital se ha vuelto aún más relevante porque el Covid-19 ha obligado a muchas empresas a volverse digitales, y por la cantidad de dinero que los gobiernos de todo el mundo han tenido que gastar para apoyar las economías locales.

Algunas preguntas fundamentales

Parece haber consenso en que la economía digital debe gravarse de manera diferente, pero, en esta etapa, todavía hay algunas preguntas fundamentales que los elaboradores de la política a seguir deben abordar:

  • Alcance

¿Qué es digital y qué no es digital? ¿Qué se debe gravar bajo la categoría de digital? En este sentido, existen varias tendencias que podemos identificar: una tendencia hacia un alcance estrecho que considera los datos de los usuarios como el principal motor de creación de valor, y una tendencia hacia un alcance más amplio, donde cualquier interacción digital sería considerada en su alcance.

El otro aspecto del alcance está representado por los umbrales de ingresos, es decir, las cantidades sobre las que se debe aplicar el DST. Cuanto más se utilicen distintos umbrales para los distintos requisitos de presentación de informes, más difícil será para las empresas realizar un seguimiento de ellos y cumplirlos. La OCDE propuso utilizar el mismo umbral de ingresos que se aplica para los informes país por país. Sin embargo, podemos ver que los países que han implementado DST se han desviado de esta regla (como se discutirá a continuación).

  • Nexo

¿Cómo determinamos el lugar correcto para pagar el impuesto correcto? El debate fundamental aquí no es si las empresas pagan la cantidad correcta de impuestos, sino si lo pagan en la jurisdicción correcta. El enfoque que se está discutiendo es gravar los ingresos en el país donde se encuentran los consumidores o usuarios, en lugar del país de residencia.

  • Base imponible

¿Cómo se determinará la base imponible? Hay debates en torno a las normas contables a aplicar (ya sea aplicar las normas contables de la matriz o la local) y en torno a la forma en que se van a asignar y contabilizar las pérdidas.

Aún quedan muchos temas controversiales que deben aclararse; la OCDE se embarcó en este viaje en 2015 y aún no ha llegado a un consenso. La OCDE aún nos asegura que el proyecto va por buen camino y que debería estar finalizado a finales de este año, lo que podría ser válido considerando la presión del Covid-19.

  • DST en todo el mundo

En estas circunstancias, muchos gobiernos han perdido la paciencia y han aprobado su propia legislación sobre DST. Al analizar las disposiciones que se han implementado en todo el mundo, hay algunas tendencias que podemos percibir, como se describe a continuación.

  • Enfoque estrecho vs amplio

Hay poca coherencia en el alcance del DST. Por ejemplo, en Austria y Hungría, el alcance se limita solo a los ingresos por publicidad en línea, mientras que en Francia la base imponible incluye los ingresos por la provisión de una interfaz digital, publicidad dirigida y la transmisión de datos recopilados sobre los usuarios con fines publicitarios. En el otro extremo del espectro, países como India e Indonesia han optado por una implementación aún más amplia, gravando no solo las plataformas en línea sino también los facilitadores. Así, en India, el alcance de la aplicación DST incluye (entre otras cosas): proporcionar servicios en la nube; suministro de datos o información, recuperables o de otro tipo, a cualquier persona, en formato electrónico a través de una red informática; juego en línea. Parece que, en términos de enfoque, Europa Occidental (Francia e Italia) se ha centrado en un ámbito más amplio que incluye publicidad digital, interfaz digital, y transmisión digital de datos, mientras que Europa Central y Oriental se ha centrado en un ámbito más limitado.

Un ejemplo interesante es el de Brasil, donde ahora hay una propuesta de ley para la introducción de un DST. La ley parece seguir el enfoque de amplio alcance adoptado por Francia e Italia, pero no parece estar muy bien alineado con el marco fiscal general en Brasil. Tradicionalmente, Brasil ha sido uno de los países con muchos impuestos recaudados en todos los niveles, y que aplica retenciones a las entregas locales. Como tal, la introducción del DST creará una carga adicional para los contribuyentes y, teniendo en cuenta las retenciones de impuestos, el DST y cualquier otro impuesto aplicable, los impuestos podrían alcanzar más del 50% del valor de una transacción. Obviamente, este no será el caso en Francia e Italia, donde no se aplican las retenciones locales.

Las tasas de impuestos

También hay poca coherencia en esta área, y las tasas impositivas varían del 2% en el Reino Unido o del 3% en Italia al 7,5% en Hungría y Turquía. En algunos países, las tasas impositivas varían según la industria: por lo tanto, en India, la tasa impositiva es del 6% para la publicidad en línea y del 2% para las plataformas en línea. La ley propuesta en Brasil incluye una tasa impositiva progresiva en función del nivel de ingresos, que varía entre el 1% y el 5%.

Umbrales de ingresos

Al igual que con las tasas de impuestos y el alcance, ¡no espere consistencia! El Reino Unido ha establecido un umbral de 25 millones de libras (32,6 millones de dólares) para los ingresos del Reino Unido y 500 millones de libras para los ingresos mundiales, Australia ha fijado el margen en 75.000 dólares australianos (53.500 dólares), mientras que India habla de unas 500.000 rupias (6.750 dólares). En Italia y Francia, los ingresos se miden tanto a nivel local como a nivel de grupo, con diferentes umbrales para cada uno; 5,5 millones de euros ($ 6,5 millones) por ingresos incurridos en Italia, 25 millones de euros por ingresos incurridos en Francia y 750 millones de euros por ingresos por el monto total mundial. Hungría se ubica en tan solo 344.000 euros.

Las medidas unilaterales imponen un impuesto sobre ingresos fiscales en lugar de un impuesto sobre la renta. Como tal, las empresas no pueden beneficiarse de las pérdidas fiscales y no pueden beneficiarse de los créditos fiscales. Los tratados de doble imposición se aplican solo al impuesto sobre la renta y el DST no estará dentro del alcance.

Preguntas aún abiertas

Las medidas unilaterales se consideran medidas intermedias que serán reemplazadas por las regulaciones de la OCDE una vez que se haya alcanzado el consenso. Y, sin embargo, ¿qué tan cerca está la OCDE de alcanzar un consenso? La respuesta a esta pregunta depende de la voluntad política pero también del número de cuestiones pendientes, que son numerosas. Hay muchas áreas que deben aclararse y el resumen a continuación indica solo algunas de las más importantes:

  • ¿Cómo se evitará la doble imposición? ¿Será necesario revisar los tratados de doble imposición y, será ésta una tarea viable?
  • ¿Cuál será el mecanismo de devolución de impuestos y cuál será el papel de las autoridades fiscales?
  • ¿Cómo encajarán todas las reglas (corporaciones extranjeras controladas (CFC), ingresos globales intangibles con bajos impuestos (GILTI), etc.) y cuál sería la secuencia de aplicación?
  • ¿Cuál será el mecanismo para reemplazar las medidas unilaterales?

Todas estas son preguntas que requieren aclaración y no todas son fáciles de responder, lo que nos lleva a pensar que llegar a un consenso no será una tarea fácil.

A futuro

Si bien existe acuerdo en que la economía digital debe gravarse de manera diferente y que debemos alejarnos del nexo "físico", la definición del nuevo mundo de la tributación todavía está en debate porque debe garantizar la neutralidad fiscal, para facilitar un comercio justo y evitar la aplicación de impuestos discriminatorios. Fijar el impuesto para todo el mundo no es fácil de conseguir, pero es una necesidad. Con suerte, los responsables de desarrollar las políticas no se centrarán solo en los problemas actuales (cómo gravar la economía digital), sino que darán un paso más y pensarán en crear un marco fiscal ágil que pueda responder rápidamente a los desafíos del nuevo mundo económico.

Puntos de planificación

Muchos países han anunciado la implementación de medidas unilaterales e incluso más países (Letonia, Noruega) han anunciado su intención de avanzar en la misma dirección. Teniendo en cuenta que no existe un enfoque coherente en cuanto a cómo se aplican las medidas unilaterales, recomendamos que las empresas deben:

  • Supervisar de cerca los cambios locales y no asumir que estos no se aplican a su negocio. El alcance de la implementación podría ser más amplio de lo que está acostumbrado(a) en otros países.
  • Prepararse para requisitos de informes adicionales y para una mayor segmentación de ingresos.
  • Prepararse para una mayor intervención de las autoridades fiscales, que requerirá informes aún más detallados para garantizar una implementación correcta.
  • Desarrollar el nivel adecuado de experiencia fiscal. Las reglas no son consistentes y debe realizar un seguimiento y administrar todas las disposiciones.
  • Prepararse para las medidas de represalia. Estados Unidos ya ha indicado que no está de acuerdo con los desarrollos del DST y las medidas unilaterales, y están considerando introducir aranceles a cambio.
  • Evaluar el impacto sobre su propia rentabilidad y decidir si el costo se trasladará a los consumidores.

Reproducido con permiso de Copyright 2020 The Bureau of National Affairs, Inc. (800-372-1033) www.bloombergindustry.com.

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